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 el propósito,

  nuestra Cruz del Sur  

historias de empresas b

viña polkura

Aprovechamos este tiempo para medir la huella de carbono

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Polkura es un proyecto vitivinícola iniciado en 2002, en el Valle de Colchagua en Marchigue, entre Santa Cruz y Pichilemu, con el propósito de hacer un vino excepcional basado en la emocionante variedad de uva Syrah.

 

Somos Empresa B desde el año 2015. Nuestras prácticas más B están en el área medioambiental. Hemos tenido que tomar decisiones comerciales para adaptarnos a la nueva realidad del mercado, pero tuvimos la suerte de que justo teníamos los recursos humanos que habíamos contratado para un proyecto de Prochile, cuyo objetivo era crecer en el mercado de Estados Unidos. Usamos esos recursos para mantenernos dentro del mercado en un momento en que la probabilidad de perder ventas de forma permanente por la pandemia era alta, de alguna manera fue un golpe de suerte más que una medida de contingencia. 

 

Hemos estado muy enfocados en el uso racional de las aguas. Este tema nos ha pegado muy fuerte y estamos trabajando duramente para resolverlo, ya que no se trata solamente de la sequía sino también de la sobreexplotación del recurso. Nos hemos enfrentado a una escasez de aguas subterráneas. En este sentido, hemos incorporado prácticas innovadoras y arriesgadas para compensar la merma de agua. 

 

Hace algunos años decidimos hacer una planta de energía solar, la más grande que se pudiera hacer en ese momento, lo que nos permitió aportar aproximadamente un 20% más de energía solar al sistema. Esto fue un hito, y es la mejor forma de explicar lo que significa ser una Empresa B, ocupar el negocio para hacer un aporte a la sociedad. Por el solo hecho de que Viña Polkura existe, hay kilowatts de energía solar inyectados en la red.

 

Durante los últimos meses del 2020 y especialmente en los primeros meses del año, la carga de trabajo y también nuestros ingresos bajaron considerablemente, lo cual fue muy angustiante, pero aprovechamos ese tiempo para avanzar con la medición de la huella de carbono. Estamos en medio de la evaluación de nuestro inventario de carbono, lo cual ha sido muy motivante. Sabemos que el gran desafío de las viñas son las botellas, un altísimo porcentaje de la huella de carbono tiene que ver con ellas. Una vez que tengamos los resultados de la medición veremos qué podemos hacer para seguir con este tema.

 

A partir del mes de agosto 2020 nuestra actividad comercial se normalizó, no nos recuperamos de lo perdido, el  año fue  malo, pero no contábamos con que en esa época la situación tendería a normalizarse. Ha sido muy destacable la actitud que se ha tenido, nos sentimos muy agradecidos. A pesar de lo difícil que ha sido todo, decidimos no dejar nuestros problemas de sustentabilidad de lado con la excusa de enfocarnos en fortalecer nuestras ventas. 

Ser empresa B nos ha hecho hacernos las preguntas difíciles para poder mejorar. Nuestra motivación no es obtener ningún beneficio de ello, somos B porque queremos ser un aporte al sistema. Ojala en 50 años más, todas las empresas sean B y no sea necesario certificar a nadie. Admiro mucho a todas las Empresas B y lo que hacen. Por favor contagiemos este movimiento, la generosidad desinteresada con los pares. Compartir no significa perder, muchas veces significa también ganar, solo falta creer más en el colectivo.
 

Sven Bruchfeld, socio gerente de Viña Polkura.

¡Viva la interdependencia!

¿Quieres contactar a Sistema B o a los protagonistas de estas historias? 

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